Queridos Frida y Diego:
Frida y Diego se destrozaron y se dieron vida. Tan tóxica relación, tan necesaria para que hoy siga viva.
Visité su estudio una mañana calurosa entre las jacarandas. Me dio gusto encontrarlos y recordar que sólo mueres cuando dejas de sentir. Y ustedes siguen aquí.
Amor y Temor llevado al extremo es la iconica toxicidad de Diego y Frida. ¡Cuánto se necesitaron! ¡Cuánto se dañaron! ¿Qué tan necesario es querer así? ¿Qué duele más? ¿Saberse abandonado o saberse engañado?
El abandono produce asfixia. La pasión; heridas. En uno no te dañas, en el otro te mueres. El abandono, es simplemente un silencio que como una cobarde anaconda te va apretando hasta desaparecer, aunque todaviá vivas. La pasión destroza, sintiéndote vivo.
Para muchos es imposible entender su complicidad, desde una forma racional. Estar en su estudio y caminar entre sus pasillos e imaginar las conversaciones francas, sinceras, reales, que se tuvieron entre estos muros. Desnudar el alma y plasmar un lienzo. Con una estética alejada a alcanzar la belleza pero aferrada en alcanzar si la verdad.
Sin filtros, simplemente mostrádose como son. Cuando la autenticidad es el hilo conductor de la historia entonces, se vuelva real. Siendo humanos, y dándole cabida a los clarooscuros de pensamientos y sentimientos.
Los elementos oníricos y el mundo surrelista que crearon fue un simple marco donde ninguna mentira cupo. Donde lograron plasmar en el lienzo esta compleja realidad de ser humanos que va siempre entre el amor y el temor.
Pero lograron crear un universo donde todos cabemos, y años después visitando el estudio de San Ángel puedemos encontrar clavadas de las paredes personajes desproporcionados que pudiesen ser seres sintientes. Amorfos y sin sentido que el muralista y su mujer nos ponen los elementos en la escena para transportarnos más alla de cualquier mural, pues de ese lado existe una mejor realidad. Ahí la pasión es real. Por lo tanto la vida también tiene cabida.
Gracias Diego, por dejarme llorar un ratito en tu estudio. Hace mucho no me sentía cómoda para hacerlo en casa de un amigo. Gracias por que con tu presencia me recordaste que lo bonito no es hacer, si no ser.
Ser humanos sinceros y reales. Mi querida Frida, ¡si vieras los filtros de instagram hoy creo que te da algo! Pues tú lo que si fuiste fue ser transparente, por eso siemplemente, por eso, eres más grande con el paso del tiempo.
Pensar como tú, mientras te dabas un baño de tina y pintabas “Lo que el agua te dio” combinas en un mismo plano lo que se siente y lo que se ve. ¡Bendita Kahlo! Gracias por hacerlo realidad.
Hoy hacemos todo por guardar todo lo que no se ve bien en la foto, negádonos a nosotros mismos y escondiendo nuestra entereza, ocultando la verdad del ser que solo fortalece un marco de mentiras, que empaña la autenticidad.
Tu franca necesidad de amar Trotsky y Rivera a la vez. El lugar de poder amar y odiar a tu hermana Cristina y llevarlo a hacer “La mesa herida” que hoy sigue siendo enigma. La debilidad de saberte siempre en vulnerabilidad y dependiente de alguien más. Lo bonito que tienes, es que no te dio miedo de pintar tu entereza. En tus autoretratos también pintaste el alma.
Aquí en su estudio, puedo sentir su presencia. Me imagino como se podrian haber gritado de lado a lado de estos dos grandes cubos de la casa. Hoy uno azul y uno blanco, unido por un puente rojo, que nos lleva a las dos Fridas que pintaste la primera vez que te divorciaste. Que elegante fuiste. Representar la que se queda. La que nace. A las dos eres tú. Las dos no eres tú. Todo se renace. Todo muere. Todo volvió a nacer.
Frida, una foto tuya enfrente de mi, mientras tu miras al infinito sostenida con un bastón nos da un legado de cómo necesitas muchas veces más de dos pies para poder caminar en esta realidad.
También lo dijiste: “para que quiero pies y tengo alas para volar”. Hoy las alas me parecen muy lejanas. Lo único que necesitaría sería una voz sincera que pueda comunicar, lo rota, que es una mujer cuando amaba de verdad.
Un mundo surrealista. Onírico. Sin sentido. Sin principio, sin fin. Universo donde sólo existes tú, no hay que entenderlo, hay que sentirlo. Así, muchas veces en nuestra realidad. Intentando la calendarizar todo y, poner etiquetas, y poner títulos. No tiene sentido. Gracias por recordarlo. Nada importa más que saberte vivo.
Muchas veces creamos personajes. Ustedes fueron personas que se volvieron personajes, ahí está mi gran admiración.
Y es que recorriendo su estudio, compruebo que no mueres su no te olvidan, no te mueres. ¡Ay canijos cómo no se han muerto!, y como nos hacen volver a vivir a quienes morimos poquito a poquito con ideas que consumen la cabeza y el tiempo. lo que nos queda, es movernos. Como en aquella famosa naturaleza muerta donde escribiste, ¡Viva la Vida!