Napolitano

Dicen que el número 3 es cabalístico e importante en diferentes sentidos.

Dicen que el triangulo es la figura mas resistente que existe, por que es perfecta.

Somos 3 cosas; cuerpo, alma y espíritu.

Para mi el numero 3 tomo sentido y se volvió mi favorito hace 3 años, cuando 3 bebes llegaron a mi vida. Hace 3 años empezó la aventura mas increíble que jamás pude haber imaginado, hace 3 años nació el trio que más amo en esta galaxia.

Los que me hacen ser ronca por las noches cuando leemos el cuento de los 3 cochinitos y me toca ser el lobo feroz. Los que sin muchos argumentos ordenan mis prioridades y confirmo que estar junto a ellos es el mejor lugar del mundo. Son esos 3 sabores; fresa, vainilla y chocolate con los que pretendo tener control para intentar educarlos o chantajearlos porque si hacen las cosas bien podrán tener recompensa un helado su sabor favorito.

El mundo y la historia se puede explicar en base a muchas tercias, yo lo explico con mi trifecta napolitana.

A cada uno lo podría describir así, como un sabor totalmente diferente al otro, pero en si mismo un sabor completo, entero, único. No se complementa con el otro, si no que se define mejor con por sus contraste.

Fer, vainilla, pelo de vainilla como el se autonombro. Es suave, ligero, lo pruebas y no puedes más que rendirte y aceptar que lo amas y lo podrías tener siempre, no empalaga, esta siempre.

Pablo, chocolate, intenso, apasionado, divertido, profundo, dulce, adictivo. La debilidad de muchos, lo tiene todo. Solo puedo pensar… ¡que no se acabe nunca!

Natalia, el postre de la vida, la fresa del pastel, pink, su mundo es pink y hace que el mío también lo sea con su presencia, mi tesoro más grande, mi niña natural, inteligente, intensa, definida, decidida.

Siendo realmente honesta no sabia que se podía comer tanto helado en esta vida…

Y lo delicioso de esto es que aunque son tres sabores independientes, cuando se juntan y son napolitano brillan aun más.

Los amo en mis 3 tiempos.

Su mamá.