A mis maestros de vida
Doloroso aprendizaje que ha dejado cicatrices en la piel, de las que se ven y duelen más aún las que no se ven, pues cada marca habla de una batalla bien librada y hoy puedo decir librada porque me siento en paz, y la paz es la mayor victoria que cualquiera pudiéramos alcanzar.
Hoy les escribo desde la gratitud, a ustedes maestros de vida pues sin duda me han enseñado las lecciones que no se olvidan y que te curten la piel y el alma, le dan sentido a la palabra traición, pues cada enseñanza no solo me puso los pies en la tierra si no las rodillas en el piso y me hizo voltear al cielo.
Gracias por recordarme de lo que soy capaz, gracias porque disfruto mucho más los tiempos de calma y tengo más herramientas en la mochila de la vida cuando se trata de surfear las olas altas.
Gracias por que hoy te puedo ver a los ojos de frente y no sentir nada, solo gratitud.
Gracias porque aprendi que soltándote me recupero a mi…. puedo imaginar tu cosmos interno y la gran explosión que hay, por falta de orden y falta de paz, y la todo lo que sale por tus poros es para dañar sin darte cuenta quien se debilita más.
No hay nada que el tiempo no sane, y ahora hemos tenido más tiempo que nunca para observar con lupa cada detalle, para sanar y con puntadas finas y volver a bordar una historia cuidadosamente limpia, sin parches, sin ataduras.
Gracias porque tu silencio hoy me da palabras, tus palabras hirientes me rompieron pero me reconstruyó el amor ahora en una versión diferente y tengo la certeza que será mejor mejor.
Gracias por hacerme valorar más a quien me regala su tiempo, y agradecer aún más a cada persona que quiere compartir su camino conmigo, pues damos por sentado algunas cosas que no debe de ser así. Aprendí que cuando tienes q demostrar algo entonces ya no eres libre.
Gracias porque lo contrario al amor no es el odio, y me hiciste saber importante. Aprendí con el tiempo que vale más tener paz que tener razón
Gracias por ser reflejo de juicios pues sin duda el enemigo más grande siempre habita en nuestra piel, es invisible pero firme compañero que no te nubla y te hace perder claridad.
Gracias porque cada cicatriz profunda hoy vale mucho para mi, de nada nos sirve llegar al final sin una buena historia que contar, gracias por llenarme de historias, de valor, de reciliencia, de poder, porque aprendi a enamorarme tanto de la vida que estoy cierta que la vida enamorara también de mi.