Cosechar milagros…

Vivimos sumergidos en la época de la inmediatez, queremos que todo suceda en un click, en ese instante, donde la ciencia y tecnología han avanzado tanto que ahora nos parece normal vivir en contacto con tantas cosas que hace tan solo unas décadas parecía imposible o productos de la imaginación. Esto siembra en el ser humano cuestiones de superioridad, y para los que no tienen sus raíces bien sembradas en la fe, se dejan mover por ideas que se pueden engrandecer por segundos pero que al pasar el tiempo y convertirse los segundos en minutos, se derrumban buscando sentido a la propia existencia 

Vivimos en una época en donde muchos creen que  Dios debe de servir a la humanidad; pero solo aquellos que logran tener ese hábito de humildad tienen el privilegio de poder develar la verdad y saber que solo sirviendo a Dios se encuentra la felicidad,, en el silencio de una oración reflejado en el servicio a los demás.

El huerto es maravillosa práctica pues combina practica pues combo poder de Dios  y el poder de la paciencia para alcanzar cosas tangibles en nuestra vida, es magia.

Nos enseña a esperar y a dejar a un lado la necesidad de la inmediatez, de meter las manos a la tierra para poder cosechar, de tener este diálogo interno y con Él al mismo tiempo a través del trabajo, es una oración que nos acerca a Él, a nosotros, y a recoger los frutos que están cuando estas en la misma sintonía y Dios nos da el placer de cosechar con nuestras manos los

Cuando practicas algo que te haga ser consciente del presente, del aquí y del ahora, del momento que estas viviendo, de que cuando siembras en tierra fértil con paciencia, cuidado y fe puedes cosechar cosas maravillosas si tu socio es Dios, si dejas que Él actué en tu tierra entregándole el poder y dejas a Dios ser Dios; estoy segura que tu vida se verá como un campo fértil para sembrar lo que quieras y cosechar milagros. 


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