¿A qué venimos?

Venimos a despeinarnos, a cantar fuerte, a dejar volar la imaginación, a soñar despiertos cada vez con la misma canción, a llenar con recuerdos nuestros bolsillos y cuando ya no quepan guardarlos en maletas, o en cofres, o en casas.

Venimos a acumular experiencias, a rasparnos, a tener cicatrices, venimos a amar y a rezar en gerundio, mientras más viva te sientes agradecer viviéndolo.

Venimos a abrazar, a abrazarnos, a retar a la vida a ver a quien se le acaban los besos primero, a experimentar, a viajar, a comer, a reír, respirar

A conocer diferentes puntos de vista a tener apertura mental, no solo se puede conocer las cosa de un solo lugar si la capacidad de amar es más

Venimos a escuchar, a hablar, a brillar, a trabajar, a educar, a ser educados. A descubrir que los caminos son de ida y vuelta, como el aprendizaje, como el amor.

A manejar sin rumbo hasta volverte a encontrar, a reírnos del mismo chiste hasta que se tenga que agotar

A descubrirnos, y redescubrirnos, a volver a creer, a perdonar y acomodar lo que no debes cargar de más

A experimentar que se siente tomar coca cola y por un ataque que no puedas controlar y salga por todos lados menos por su lugar

Venimos a comprobar que una dosis de locura es la mejor medicina preventiva a cualquier enfermedad

A romper pronósticos y récord de velocidad si se trata correr para volvernos a abrazar

A dejar que los grandes nos inspiren una vez más y llenar lo huecos que queden con nuestro propio andar

A levantar la voz hasta que suene en toda una nación si se trata de defender una verdad

A contar estrellas y no calorías, a beber sueños acompañado de vino, a recordar y viajar sin boleto

A soñar pues dicen que no cuesta nada, aunque cada sueño te lleve a una nueva realidad.

Apasionarse tanto con algo que no vuelvas a ver el reloj jamás

¿Y si no es a esto, entonces a que venimos?

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Una nueva vuelta…